Presencia Marista en Bolivia
El instituto de los Hermanitos de María, también llamado de los Hermanos Maristas, nace el 2 de enero de 1817, fruto de la llamada de Dios experimentada por el padre Marcelino Champagnat. “Movido por el Espíritu, Marcelino Champagnat quedó cautivado por el amor de Jesús y María a él y a los demás. Esta experiencia, unida a su apertura a los acontecimientos y personas, se convierten en fuente de su espiritualidad y celo apostólico, y lo hace sensible a las necesidades de su tiempo, sobre todo a la ignorancia religiosa y a las situaciones de la niñez y juventud”(const. 2). Así pues, fruto de esta experiencia y del deseo de “dar a conocer a Jesucristo y hacerlo amar” fundó el instituto para educar cristianamente a los niños y jóvenes, es especial a los más pobres y excluidos.
Desde la pedagogía de la presencia, que lleva a los hermanos y laicos maristas a estar entre los jóvenes allá donde estén, y cultivando el espíritu de familia, la sencillez evangélica y una espiritualidad mariana y apostólica, se lleva a cabo la misión fundamental del instituto, que es el anuncio de la Buena Noticia de Jesús, mediante el compromiso en obras educativas, tanto escolares como de otra índole.
Fruto de esta experiencia que lleva a traspasar fronteras, en el año 1957 llegan por primera vez a Bolivia un pequeño grupo de Hermanos procedentes de la provincia Bética, de España. Con el tiempo se han ido extendiendo por diferentes pueblos y ciudades del país, atendiendo mayoritariamente a niños y jóvenes pobres y excluidos de Bolivia. En la actualidad, la obra marista en Bolivia es una realidad en la que Hermanos y laicos continúan haciendo posible el sueño de Marcelino.